La política comercial estadounidense se encuentra en un punto de inflexión y podría desencadenarse u
- Jesús Valdés
- 11 jun 2018
- 2 Min. de lectura
· México, la Unión Europea y Canadá acuden a la OMC para iniciar un procedimiento de resolución de disputas.

En la Nota de Coyuntura “Estados Unidos impone aranceles a las importaciones de acero y aluminio de México, Canadá y la Unión Europea: importancia para el comercio, la implementación de la medida e implicaciones generales”, el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques (CEIGB) del Senado de la República reseña el reciente anuncio del Presidente estadounidense mediante el cual se cancelaron las exenciones arancelarias para las exportaciones mexicanas, canadienses y europeas de acero y aluminio.
Asimismo, analiza las reacciones inmediatas de dichos socios comerciales de Estados Unidos, así como de algunos productores dentro de este último país, que se sienten amenazados por la política comercial del mandatario.
Los analistas del CEIGB hacen notar que el nivel de producción de acero por parte de Estados Unidos es insuficiente para satisfacer la demanda interna, por lo cual es estrictamente necesario importar este metal para el funcionamiento óptimo de las industrias que lo utilizan como insumo.
Por lo tanto, “la dependencia de varios estados del país a las importaciones de acero sugiere que la imposición de aranceles puede ser en realidad una medida contraproducente y tener un impacto en la economía. Más aún si ésta se aplica en contra de sus principales proveedores”, entre los que se cuentan tanto Canadá como México.
Cabe señalar que Canadá es el primer proveedor de acero de Estados Unidos, en tanto que México se ubica como el cuarto mayor proveedor de acero y el décimo-cuarto de aluminio de Estados Unidos. En 2017, las exportaciones mexicanas hacia ese mercado sumaron 3.2 millones de toneladas de acero y 56.9 mil toneladas de aluminio, con una participación de 1.4% de las importaciones totales.”
Más aún, si se analiza en términos regionales, un estado como Michigan (central para la industria automotriz estadounidense), “depende en un 70% de las importaciones de acero y aluminio provenientes de Canadá y México para mantener la productividad de los clústeres automotrices”.
El CEIGB apunta que las tensiones comerciales --reflejadas en las relaciones de Estados Unidos con China y con sus socios del TLCAN, así como en la investigación sobre el posible establecimiento de nuevos aranceles a las importaciones estadounidenses de automóviles-- están atravesadas por “las elecciones intermedias que se celebrarán en Estados Unidos el próximo 6 de noviembre”, las cuales trastocan la estructura de incentivos y riesgos políticos a partir de los cuales el Presidente Trump tomará sus decisiones en el corto plazo.
Indica también analiza potenciales implicaciones de esta guerra arancelaria sobre la renegociación del TLCAN, advirtiendo que el interés actual de la Casa Blanca “de partir las negociaciones norteamericanas y transitar hacia dos acuerdos bilaterales --uno con México y otro con Canadá-- son también una muestra de que la cancelación de las exenciones arancelarias son parte de una estrategia de presión estadounidense sobre sus socios”.
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